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Abril 30, 2024
Inicio > Perspectivas de Veeda > Avances en los tratamientos de la EPOC y el asma: desafíos y direcciones futuras
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma son afecciones respiratorias importantes que afectan a millones de personas en todo el mundo. En 2019, la EPOC representó 3.3 millones de muertes y 74.4 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), con una prevalencia global de 212.3 millones de casos. Mientras tanto, la prevalencia del asma ha aumentado debido al aumento de la esperanza de vida y los cambios demográficos. Además, la superposición de casos de asma y EPOC se ha vuelto más frecuente, lo que presenta desafíos únicos en el diagnóstico y tratamiento.
Los investigadores enfrentan desafíos en el desarrollo de medicamentos novedosos para el asma y la EPOC, incluida una inversión limitada por parte de las compañías farmacéuticas, la falta de financiación para la investigación básica y la escasez de biomarcadores útiles. Para superar estos obstáculos, identificar nuevos objetivos terapéuticos y biomarcadores es crucial para una mejor selección de pacientes y un seguimiento de la terapia a largo plazo.
Los diseños de ensayos basados en biomarcadores están transformando el panorama de los tratamientos para la EPOC y el asma, ofreciendo un enfoque más preciso y personalizado para la atención al paciente. Estos diseños de ensayos innovadores se centran en biomarcadores específicos que desempeñan un papel crucial en la comprensión de los mecanismos subyacentes de estas afecciones respiratorias y en la predicción de las respuestas al tratamiento.
En la EPOC, la inflamación eosinofílica es un biomarcador clave que ayuda a identificar a los pacientes que tienen más probabilidades de responder favorablemente a los corticosteroides inhalados (CI) y ciertas terapias biológicas dirigidas a la inflamación tipo 2. Por el contrario, en la inflamación no tipo 2, la neutrofilia se convierte en un biomarcador importante, lo que guía a los médicos a explorar estrategias de tratamiento alternativas debido a una respuesta reducida a los ICS.
Para el asma, los niveles fraccionales de óxido nítrico exhalado (FeNO) sirven como un valioso biomarcador para la inflamación tipo 2. Los niveles elevados de FeNO se asocian con una mayor probabilidad de responder bien a los ICS y a agentes biológicos específicos como los tratamientos anti-IgE y anti-IL-4R. Además, los niveles de IgE pueden indicar atopia y predecir mejores respuestas a los tratamientos con ICS y anti-IgE.
La periostina surge como un biomarcador prometedor tanto en la EPOC como en el asma. Se asocia con inflamación tipo 2 y remodelación de las vías respiratorias, lo que lo convierte en un indicador potencial de la respuesta al tratamiento con terapias anti-IL-13 en individuos asmáticos con niveles elevados de periostina.
Los biomarcadores son herramientas esenciales para guiar las decisiones de tratamiento y evaluar la respuesta al tratamiento para el asma y la EPOC. Estos biomarcadores ayudan en la estratificación de los pacientes, identificando subgrupos que probablemente respondan a terapias específicas y reduciendo el riesgo de efectos adversos.
Las organizaciones de investigación por contrato (CRO) desempeñan un papel crucial en el avance de la investigación impulsada por biomarcadores. Poseen experiencia especializada en descubrimiento, validación y análisis de biomarcadores, lo que acelera la traducción de los hallazgos de la investigación a aplicaciones clínicas.
En conclusión, la EPOC y el asma presentan importantes desafíos para la salud mundial, que afectan a millones de personas y causan una morbilidad y mortalidad sustanciales. El panorama actual del tratamiento ha experimentado avances, pero persisten necesidades insatisfechas. Los biomarcadores ofrecen oportunidades prometedoras para tratamientos personalizados, mientras que las CRO desempeñan un papel crucial en el avance de los esfuerzos de investigación y desarrollo. Para abordar los desafíos, es esencial aumentar la inversión en investigación en medicina respiratoria. Al fomentar la colaboración y la innovación entre las partes interesadas, podemos esforzarnos por lograr una mejor gestión y mejores resultados para los pacientes que viven con EPOC y asma, mejorando en última instancia su calidad de vida.